viernes, 15 de agosto de 2014

CARTA A UNA MADRE.

CUANDO VOLVAMOS A VERNOS.



Hoy hace 5 años el mundo perdió una parte de su brillo, hace 5 años una parte de mi se perdió. Hoy recuerdo tus consejos, abrazos, tu amor incondicional, tu comprensión y recuerdo que siempre estuviste a mi lado, sin importar la distancia que nos separaba. Me enseñaste a ser valiente y sonreír sin importar que tan difíciles eran las circunstancias, te vi librar miles de batallas contra una cruel enfermedad, y tu siempre estuviste firme, nunca renunciaste a vivir, lo único que importaba en tu vida eran tus hijos, tu esposo, tu familia y por nosotros nada era imposible para ti. Desafortunadamente llego el día en que no pudiste mas, y a pesar del dolor que me provocaba te dije adiós, tenias que ser libre y volar alto, tenias que marchar al otro lado del silencio, donde no hay dolor, no hay preocupaciones, no hay tristezas ni enfermedad. Cuando te marchaste sentí como si me hubieran realizado una amputación, había perdido una parte de mi, una parte que nunca podre recuperar, mi camino perdió su luz y camine en las sombras, me perdí entre la tristeza de tu partida y el tener que seguir viviendo, parecía un zombi un ente sin alma. Poco a poco fui saliendo de ese pozo, aunque debo confesar que no se de donde saque las fuerzas para ponerme en pie y continuar, pero estoy seguro que fuiste tu, como siempre fuiste mi cayado cuando mis piernas no respondían. Hoy puedo decirte que aunque no fue fácil levantarme y seguir adelante, he aprendido a vivir sin ti, a pesar de que tu recuerdo me duele en lo mas profundo de mi alma, y cada día quisiera tenerte cerca para besarte y consentirte. Quiero que sepas que jamas te olvidare, te extraño madre mía y espero algún día reunirme contigo y ser feliz plenamente como antes de tu partida.