LAS RELIQUIAS DE RAMFISTEIN.
Hoy me veo en el espejo,
demacrado flaco y ojeroso, esperando a que la muerte venga por mí. Durante años
centre mi lucha contra la maldad, la injusticia, me volví un mago superdotado. Con
el paso de los años, adquirí la habilidad de dominar el fuego, volcanes vibraban a mi paso,
fogatas nacían con tan solo pensarlo. Pero, no me quede con eso, también alcance a someter las aguas,
tanto saladas como dulces, no había poso, lago o mar que se resista a mí poder.
En batallas hundí innumerables barcos enemigos que venían a gobernar mi tierra.
La tierra fue más difícil de manipular, sin embargo, junto con los vientos lo
logre. Mi poder y mi reputación era conocido de norte a sur, de este a oeste. Yo era una celebridad, Ramfistein el super mago.
Pero
como la envidia existe en cualquier parte del mundo, me hice de grandes
enemigos, que me querían ver caer, y gobernar el mundo que habito. Entre ellos Doppler, el mago
más siniestro que podía existir en el mundo. Su ambición desmedida lo convirtió
en mi archienemigo, siendo aún peor, creó un grupo de magos oscuros para vencerme y robarme todo el poder que corría por mis venas. Hace años peleo
incansablemente contra ellos, hoy estoy cansado y apuesto que si peleara ahora
mismo sería fácilmente derrotado.
Me he dado cuenta que por más
que luche por el bien, el mal no se dejara derrotar sin dar la pelea. Estoy muy
enfermo y débil. Es por eso que tome una drástica decisión, yo Ramfistein el
más grande mago de toda la historia, iba a dejar mi poder para que el mundo con
sed de justicia pueda relevarme en el papel que he desempeñado durante
quinientos años.
Debo decir que modestia
aparte, no solo era poderoso, sino también escurridizo, un amo de los disfraces.
Partí rumbo a Europa navegando aguas implacables,
sin ser notado. Hace dos años, que elaboraba en mi taller, cuatro hermosos medallones, que se convirtieron en mis reliquias, capaces de retener todo el poder que poseía, para protegerlo de
ser robado y mal utilizado. Elabore un medallón rojo, en
el encerré todo el poder que tenía sobre el fuego, en el medallón azul puse
todo el poder sobre el agua, en el marrón coloque todo sobre la tierra, y en el
blanco dispuse mis conocimientos sobre el aire. Todos llevan mi símbolo personal,
la R rodeada por un gran dragón.
Un largo viaje emprendí,
busque por todos los continentes los mejores escondites. Desde África hasta
América, de Asia a Europa. Encontré después de mucho buscar, los lugares
perfectos, si alguien logra reunirlos es digno de usar todos mis conocimientos y habilidades.
En medio del Mar Muerto, enterré el poder de las aguas. En Hawai escondí justo en el corazón del volcán Mauna Loa, todo
el poder del fuego. Atravesé el aterrador desierto del Sahara cobijado por ese
sol, que parece derretirte, ahí el medallón de tierra descansa, ocultó a la
vista de cualquier mortal. Finalmente el medallón de aire, se lo di a la
persona que más amo para que lo esconda. Desconozco donde ella lo puso. Y no creas que Doppler y sus
súbditos no me persiguieron. Fue muy difícil evadirlos, afortunadamente gane
esa batalla, a pesar de que en cada sitio que escondía una reliquia me
debilitaba más. Ahora sin ningún poder espero recostado en lo último que me
queda, mi alfombra mágica. Doppler se acerca lo escuchó, sus pasos son duros,
sabe que estoy débil. Siento que ríe pero al final del día yo reiré más, aunque
de seguro estaré muerto.
Ahora si encuentras está
carta, sabrás que tu misión está más allá del entendimiento humano. Es un hecho
que si eres aventurero y de corazón valiente, saldrás en la busca de mis
reliquias, si llegas a encontrarlas, será porque eres el indicado para
continuar mi misión. Cuando termines de leer esto, sabrás que esta hoja ha
navegado mares, cruzado continentes, habitado en ciudades, hasta llegar a ti. Yo
ya no pertenezco a este mundo, ahora en tus manos está la misión de luchar por
un mundo mejor.
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