EL GRAN MAGO
Su familia se mudó a Estados Unidos, cuando él tenía 4 años. Las
condiciones económicas de su familia no fueron las mejores, razón por la cual
se vio obligado a trabajar desde muy pequeño. Comenzó lustrando zapatos y
vendiendo periódicos, a sus ocho años. Eso explica el hecho de que no haya
tenido una buena infancia y una buena educación.
Su padre lo llevó a ver un
día, al Dr Lynn, un mago viajero. El acto lo impresiono tanto, que causo un
pequeño niño se apasione por la actuación. A sus 9 años fundó un pequeño circo
con sus amigos, donde fue Ehrich, the prince of the air. Aquel 28
de octubre de 1883, quedo para la historia como el día en que Houdini, actuó para
una audiencia. Este pequeño juego de niños, cautivo aún más a Weiss. Siendo muy
joven, partió de su hogar en busca de fortuna, al lado de circos y actos
ambulantes.
Después de un año de
aventuras, regresa con se familia, que se había mudado a Nueva York. A sus 13
años, se repartía en trabajar para ayudar a su familia con los gastos, y en sus
ratos libres, leía sobre magia: lo que se había convertido en su gran pasión,
junto con las pruebas de natación. En su estudio, exhaustivo de la magia, se encontró
con un libro titulado: The
Memoirs of Robert-Houdin, Ambassador, Author, and Conjuror, Written by Himself.
El
libro narraba las memorias de Jean Eugène Robert-Houdin.
Personaje que se convertiría en el ídolo de joven. Así llegamos a la parte
de como Erich adopta el apellido Houdin añadiéndole una i al final. Ahora era Houdini.
Esta i indicaba que tenía un parecido a su ídolo, que era similar a su gran héroe.
Poco a poco fue forjando su
identidad de gran escapista. Poseedor de una gran fuerza física, debido a su
dedicación al atletismo y la natación. Fue dominador total de la magia, y sus
ramas. Paso de ser un mago chistoso, que hacía reír a las personas con sus
trucos de naipes para convertirse en un personaje temerario, capas de librarse de cajas
fuertes arrojadas al mar, librarse de esposas, colgado boca abajo, de camisas de fuerzas. A pesar de
lo asombroso de sus actos, nunca se atribuyó poderes súper humanos, todo era debido a su preparación física, su
gran resistencia, agilidad. Sus estudios de magia le permitieron dominar trucos
y siempre fue capaz de librar sus manos y pies de esposas, grilletes, cadenas, prácticamente
todo lo que podía atarlo con increíble destreza.
Cuando murió su madre,
Houdini recibió un gran golpe. Fue tan grande el dolor, que lo acompañó hasta el de su propia muerte. Luego de la muerte de su madre Houdini, se adentró en
el campo del espiritismo. Algunos dicen que le causaba tal abominación, que se dedicó
a desenmascarar charlatanes que se burlaban del mal ajeno y robaban mucho
dinero. Sin embargo, otras personas afirman, que Houdini se interesó en el
espiritismo, para poder entablar contacto con su madre. Quería demostrar que
había vida después de la muerte. Contrato a muchos médiums y espiritistas, para
que le puedan ayudar. No obstante, siendo un gran conocedor de ilusionismo, ridiculizó
a miles; reproduciendo sus trucos.
En octubre de 1926, Houdini
comienza a quejarse de un dolor de estómago. Sin embargo, su sentido de
cumplimiento era tan grande que decide no visitar al médico, para no cancelar
sus actos. Un día unos estudiantes lo retan a que aguante algunos golpes en su
abdomen, por parte de un muchacho que se dedicaba al boxeo. De nombre Willian
lances. Según el reporte médico, Houdini murió el 31 de octubre de 1926, de
peritonitis. Su apéndice llevaba inflamado días, y los golpes de Lances
pudieron causar su colapso.
La extraña muerte de
Houdini, abrió la sala al misterio. Se dice que Houdini, dejo a su mujer un código. Si algún día él podría establecer contacto después de la muerte, le daría el código
a un espiritista, para que se lo entregue a ella. Esto nunca sucedió, Bess la
esposa de Houdini, hizo su décima y última ceremonia de espiritismo, para poder
comunicarse con su marido en el hotel Knickerbocker, a donde asistieron solo amigos cercanos
del mago. Se dice que un frío
congelante se apoderó del lugar, y al momento de salir se dieron cuenta que
únicamente granizaba sobre la terraza del hotel. Bess se retiró a su casa, había
prometido, que el primero que muera trataría de comunicarse con el
sobreviviente. Bess realizó sesiones de espiritismo en busca de eso. Un código y
unas esposas, esperaban ser la señal de Houdini. Aquella noche en su alcoba,
Bess sintió el mismo frío, tocaron su puerta. Ella abrió y no había nadie,
busco en su casa y encontró las esposas abiertas. Cuentan que luego de este suceso
Bess no volvió a salir de su casa.
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