LOS ÁNGELES DE MI DESTINO.
Dicen que si mucho deseas algo, lo puedes conseguir, pero
tal vez es mejor no desear algunas cosas. Mi historia no es fácil de explicar,
mi nombre no importa ni el lugar de donde vengo. Lo único que importa es que
alguna vez en mi vida quise tanto algo, que se me cumplió.
Hace muchos años yo caminaba por la vida con el simple
objetivo de respirar, sin querer nada
mas, trate muchas veces de terminar mi vida, lo intente de mil maneras posibles
día tras día pero nunca lo logre. Sin embargo, nunca me di cuenta que alguien
no quería verme muerto; a pesar que muchas veces parecía que no resistiría,
siempre regresaba a la vida y seguía en este mundo.
Un día sin previo
aviso mi padre sufrió un infarto, después de una discusión con su jefe en la
oficina, que acabó con su vida, eso me
dolió mucho y no sabia por qué el murió y yo no. Al poco tiempo mi hermana
menor tuvo un accidente y también murió. Al ver esta situación mi madre
abrazada por la pena se dejo llevar por la muerte. Toda mi familia se había ido
y yo quede total y absolutamente solo. Pero nunca quise que mi familia se fuera,
simplemente quería irme yo.
Desde entonces busque por todos lados la respuesta que me
ayude a descifrar el por qué si yo quería estar muerto y lo había intentado
muchas veces, los muertos eran mi familia que nunca lo habían intentado. Viaje a
todas partes del mundo buscando sabios, monjes tibetanos, budistas, ateos,
católicos y cristianos que me pudieran dar la razón lógica de lo que pasaba.
Pero nunca encontré esa respuesta, así que decidí regresar a mi casa.
Al llegar a mi casa, un hombre esperaba sentado en el
andén. Inmediatamente me vio, se paró de donde permanecía; era alto con
abundante cabello que llegaba a la parte central de su espalda y una barba,
espesa y larga, tanto su cabello y su barba eran de un color blanco o casi plateados,
como el acero, brillaban radiantemente, sus ojos eran azules penetrantes y enigmáticos;
vestía con una túnica blanca y sandalias. Su sola presencia era intimidante
pero a la vez brindaba mucha paz y tranquilidad. A pesar de eso pase en frente
de él y me dirigí a la puerta, entonces el hombre con voz fuerte y segura,
dijo.
- ¿Encontraste lo que fuiste a buscar?-. Esa pregunta me
puso muy nervioso. Cómo alguien que no conocía sabia de mi viaje. Al ver mi reacción
dijo. - No tengas miedo…-. Después de una pausa siguió hablando.
- Tomáremos un paseo -. Así, camine junto a él no sé por
que pero me sentía seguro a su lado, quien finalmente expresó –Cuando creé este
mundo y en especial al hombre, les di la posibilidad de disfrutar de él, cada
día, que aproveche cada cosa, cada situación. Nunca les di una carga tan pesada
que no puedan cargar y si no podían, les daba una ayudita. Sin embargo, las personas
optan por alejarse de mí y complican su vida. Hacen que su cruz se vuelva tan
pesada como acero, y terminan derrotados. A ti te di una vida llena de grandeza,
pero tú no viste eso y deseaste terminar con ella. Así que llamaste a un ángel
negro a tu lado. El ángel de la muerte, pero desde que naciste tienes un ángel
custodio a tu lado. Él siempre peleó con el ángel negro que quería matarte. Entonces,
tu ángel blanco se volvió muy fuerte, y el ángel negro fue vencido una y otra
vez. Por esta razón decidió atacar a tus alrededores, venciendo ángeles más
débiles que nunca habían tenido batallas que los fortalezcan; de esta forma se
llevo a tu familia. No aprovechaste tu maravillosa vida, ahora estas solo con
un ángel negro a tu izquierda y un ángel blanco a tu derecha -. Después de
estas palabras dijo.
– Pero no te
preocupes yo te bendeciré por siempre, empieza de nuevo amigo.
Al cabo de unos minutos yo caminaba solo, me sentía
triste pero también tranquilo, ahora entendía por que mi familia no estaba y
por que me culpaba por esto.
Ahora muchos años después, camino al lado derecho
con mi ángel blanco y al izquierdo con mi ángel negro. Voy por el mundo dando
descanso a los moribundos y desahuciados, esperando un día darme descanso a mi
mismo, que muchas veces quise estar muerto, y ahora estoy muerto. Si, es verdad;
logre morirme pero en vida.
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